Seguimos
en tiempo de cuaresma… subimos a Jerusalén, estamos más cerca de las fiestas de Pascua.
Hemos de sentirnos iglesia, que camina en
comunión, sentirnos acogidos, y acogerse mutuamente, es señal de ser familia de Jesús.
Es
difícil reconocerse ante Jesús, ante su mirada que nos acoge sin excepciones,
con nuestras debilidades, perjuicios y vernos reflejados como hijos, pero es el
paso que debemos dar si queremos acoger a los demás a aquellos que nos rodean.
Por
eso durante estos días, te invitamos a que camines, camina en soledad, camina solo/a, pero sintiéndote acompañado por todos aquellos
que te encuentres por el camino, todos están en movimiento, siéntete igual a
ellos.
Mira
sus rostros, sus caras te suenan, porque son el rostro de la familia de Dios que al igual
que tu, necesitan ser acogidos, escuchados.
“Siente que no son diferentes
a ti, están en camino también”.
Da
gracias por sentirte parte del camino, y a la vez acompañado, da gracias a Él
por la oportunidad de permitirte hacer camino junto a él y sentir que te acoge.
“Que sepamos
vernos reconocidos en Ti, que sintamos que nos acoges, aquellos que te buscan
con sencillo corazón”.
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