Hoy la iglesia celebra la fiesta de Cristo Rey
con ella termina el año litúrgico para abrir las puertas al comienzo de un
tiempo nuevo, al tiempo de la espera... pero hoy se nos recuerda algo muy
importante.
Que Jesús
vino a predicar el Reino de Dios, que no es un reino como el que nosotros
pensamos, lleno de poder y grandeza...
Sino que es una gran familia en donde todos
somos hermanos y tenemos un mismo “Padre”.
Jesús por tanto, es el rey de la paz, el amor,
de la igualdad y en su reino nadie es más que nadie.
Él es rico en amor y
entregado por nosotros, y está sobre todo con los últimos.
Él nos dice: venid
todos, disfrutad de mi vida; comed el alimento del amor, venid los que no
tenéis casa, ni amigos, ni dinero.
Yo os quiero, os
cuido, y os entrego lo que tengo.
Venid vosotros
rechazados y excluidos, en mi reino seréis los primeros, mis hijos predilectos,
mis hijos amados.
Y a vosotros que no
sabéis ver al pobre, que no escucháis sus gemidos,
abrid vuestro corazón
al que no tiene casa, dadles vuestra ayuda y comprensión.
Nos invita a levantar
nuestra mirada, detenernos ante nuestro mundo, el cercano y mirar a nuestro
alrededor a cuantos necesitan de ayuda sea del tipo que sea... y aventurarnos a
tender nuestra mano.
Te invita a hacerte
una pregunta... ¿Estás con los últimos...? ¿Tienes tiempo para
los demás?
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