En medio del Adviento, hemos de detener nuestra mirada ante María,
mujer que da ejemplo desde su incondicional entrega y apuesta por cumplir con
la voluntad de Dios.
Deteniéndonos en como su sencilla pero firme disposición:
María tu sí es un sí gratuito, que no pide nada a cambio.
Es un sí humilde, dicho desde la pequeñez y la pobreza.
Un sí libre y confiado, lleno de lucidez y de amor.
Un sí creyente y enamorado, de una enorme fe.
Un sí maternal, abierto a la ternura y a la misericordia.
Un sí entregado, poniendo toda tu vida en manos de Dios.
Por eso hoy, pidamos a ella que nos enseñe a decir en nuestra vida, ambientes
cotidianos esos sí que haga de nuestras realidades algo mejor...pero no solo
para nosotros mismos, sino para cuantos nos rodean.
Te invitamos a fijar tu mirada...hoy en ella y por qué no, preguntarte...
¿Tu dirías sí? Ante la realidad de tu vida...
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