Nos encontramos en
el segundo domingo de Adviento, tenemos la mitad del camino andado...pero y ¿lo
hemos preparado?
Se nos invita a preparar
el camino al que viene, Él no se retrasa, somos nosotros los que aún no estamos
preparados...
Por eso te invitamos
a que te preguntes; ¿estamos preparados para recibirle?
Mirar aquello que nos
hace ser lo que somos, revisarnos por dentro...aquello que cada cual conocemos...
Qué caminos hemos de allanar, enderezar para que él llegue a nuestra vida.
Por eso, llénate de
esperanza, ilusiónate e inicia aquello que te indique tu corazón para cambiar
lo que necesites y no te conformes... ahí sí estas preparándote para la
verdadera venida del salvador a tu vida.
Date y dale la
oportunidad de venir y que te encuentre como verdaderamente quieras estar.
Por unos instantes a lo largo de estos días...piensa y medita con estás palabras;
¡Qué bueno es estar
aquí en silencio sintiendo tu presencia nada más,
saber que yo te
miro y tú me miras, saber que tú me entiendes sin hablar!
Que sea este tiempo
de cambio, el que haga que sintamos aquello que anéele nuestro corazón y sea
guía en nuestra vida.
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